sábado, 15 de diciembre de 2012

Cami dels Bon Homens.


Cami dels Bons Homens, julio de 2005.






Como escribía entonces y que parrafada subi al foromtb...mejor, corto y pego...



http://www.foromtb.com/showthread.php/30640-Cr%C3%B3nica-del-Cam%C3%AD-dels-Bons-Homens/page2?highlight=cami+bons+homens



Crónica del Camí dels Bons Homens.

Hola a todos, ésta es la primera parte de la Crónica del camino, que he tenido el placer de compartir con Chus, Jose Calas y Eloy, grandes amigos para una gran ruta.







Todas dobles. La Scalpel tallapequeña de Eloy,  mi primer cuadro Epic, aún con la primera Fox y los V-brake.   Una Strumpjumper que  llevaba Chus, ¡como no¡     de  prueba.  y la bonita Trek del mister  estilo del Calitas.




Nous sommes arribes dejà, ja som ací, y después de cinco días hemos hecho el Cami Dels Bons Homens, antigua ruta cátara de huida desde Montsegur hasta Berga, atravesando los Pirineos por caminos y sendas. 


Se trata de una ruta dura y técnica, con subidas interminables, senderos muy técnicos, grandes bajadas, trialeras de lo mejor y algunos momentos para entrenar el “arrastre” de la bici, tanto para arriba, como incluso para abajo. 


Las rutas con mapas son mas largas, el Gps todavía no era habitual y las dudas en la dirección son constantes...

















Subimos el sábado hasta Berga y de allí hasta Montsegur en taxi(para que luego digan que el mountainbiking es un deporte de riesgo)  

El "taxi" era una citroên jumpy, donde nos metimos los cuatro, las cuatro bicis, equipaje y el conductor, que hacía chillar la furgoneta por las carreteras de montaña como si le persiguiera el diablo...






























Montsegur es un pequeño pueblo colgado en el 
Ariege francés, rodeado de montañas y bosques de postal, a lo que no estamos acostumbrados por el Levante. Si ya el Pirineo español me sorprendió en su día por su inmensidad, vegetación y paraíso biker, el Pirineo francés deslumbra por los bosques, senderos y frondosidad, mucho mas verde.  



Día 1. Montsegur-Comus.

Montaje de bicis y comemos en un pequeño gîte d´etape, donde decidimos empezar el camino hasta Comús, atravesando las Gorges de la Frau, un tramo flanqueado por paredes de piedra, subiendo mucho y obligando a hacer tramos a pie.

22 km en dos horas y media, cargados con el transportin y las mochilas, (me sobra la mitad) 












En estas rutas de pocos días y de verano, siempre se lleva mas equipaje del que realmente hace falta, al menos la primera vez que ruteas con alforjas. nosotros ivamos de albergue, hostal, pensión y hotel si no hay alternativa, por lo que ni saco, ni toalla.
La opción de alforjas es mas elegante, pero el transportín con una bolsa de presión, que además son impermeables y muy resistentes me parece la mejor opción. Así hice el Bons Homens y camino del Norte...Eloy tiraba de mochila, y por las noches había que zapatear encima de su espalda para que se desentumeciera.
































Cenamos y dormimos en el alojamiento mas auténtico del camino, un gîte d´etape en la antigua escuela, donde cenamos como reyes auténtica cocina occitana. Sin tele y nerviosos por afrontar la segunda jornada, nos introducimos en ambiente flanqueados por holandeses, ingleses y franceses. Además de una pareja de extremeños que hacen el camino a pie; de Cáceres y de Badajoz, que terminaban el camino a pie al día siguiente.  







Los Gitê d´etape son lugares donde dormir, en la parte francesa,  con el márchamo de rural y a un precio mantenido; la antigua escuela como el primero, o el albergue moderno de la segunda noche. 

Estos cartelones nos acompañarán por la parte francesa
























Dia 2. De Comus a Orlu.

Con lluvia durante la noche y una mañana lloviznando, nos recreamos en el desayuno. mermelada, miel, bolleria casera, un verdadero lujo.




Salimos hacia el Refugio de Chioula. Sería una mañana complicada, ya que tenemos problemillas de orientación; al llevar la guía del camino en bici, pero en sentido contrario, la cosa se complica. Haciendo un “ belle promenade” extra por Montaillou, nos liamos con las indicaciones del Gr, la guía a pie... al final retomamos el camino bueno en Prades. 













Subiendo el Chioula (1º de los picachus..) nos volvemos a perder y subimos la montaña por otro lado, mas complicado, pero que al final daba al mismo sitio...hombres de poca fe no creyeron en las sensaciones y nos regalamos un bonito “extra trak” para retomar el camino bueno. 
















No pasa nada; buscando el camino, pude ver un ciervo (sería una cierva porque no llevaba cuernos), vamos a hacer mountanbiking no??? 

El paisaje es espectacular, subiendo por las pistas de esquí de fondo con una hierba que se agarra a las ruedas haciendo la subida dura y larga, se sube mucho hasta una cima despejada y con mal tiempo. 



Empezamos a bajar por pista ancha y rápida, el cielo gris, plomizo...llegamos a un cruce donde unos franceses caminantes intentan orientarnos hasta Comús por la pista, y nosotros buscamos la trialera...




Francesita incrédula de ver como los cuatro españolos se tiran por ahí, si, pedazo trialera, rápida, estrecha, divertidísima y con tramos para bailar a base de bien, y empieza a salir el sol y todo. Caras de satisfacción al final de la primera bajada importante.  




Buscando donde comer llegamos al gîte d´etape de Goulours, al lado de un lago donde mendigamos dos platos de jambon y pan tostado, es dimanche y aquí cierran mu pronto. Reservamos en Orlu y retomamos a buscar el segundo picacho del día, el Col de l´Osque. 


Por una carreterita hasta una pista, primero de asfalto, luego de hierba, hojas secas y una verdadera pared de pateo con pista de patinaje incluida, nos lleva hasta arriba, donde empieza otra trialera sobre un valle que te obligaba a parar para ver las montañas, estrecha, rápida, peligrosa, la ostia enfin....muy larga, acabando por una pista ancha que baja a base de
Zetas sobre el valle, espectacular, sin mas... 


Contar con la experiencia de los colegas nos regala una visita por una reserva de lobos (no vimos ninguno), pero con unas cascadas preciosas en un bosque muy, muy guapo. La zona es un valle encajonado entre montañas con mucho bosque y mucho agua, con el pueblo de Orlu en la ribera del río. Mas postales...






Dormimos, como no en el gîte d´étape, mas moderno, mas feo, pero cenamos mas o menos bien...mañana mas...







Día 3. De Orlu a Bellver de Cerdanya.
82 Km. en 6 horas y medía, real, de pedaleo.
Sí, hasta ahora nos habíamos divertido mucho; Pero a la marcha que íbamos, tendríamos que llamar al ralli-taxi de Berga antes de cruzar a España.  

Así que el día amaneció soleado y nos lanzamos a hacer kilómetros, saliendo de Orlu bordeando el río Orièja, por un sendero con tramos perfectos. 




Teníamos por delante dos picachus, Bergon y Puymorens.  Llegamos al cruce con la carretera que sube hasta el Couillet de Bergon. Pista ancha y buena que sube hasta ponerse en paralelo, desde las alturas, con la estación de esquí Ax 3 Domaines, que sube el sábado el Tour. Una vez arriba cogemos un sendero a la derecha, que nos bajará hasta Merens les Vals. 

Sendero poco definido, húmedo, técnico, resbaladizo y peligroso, aumentado por el peso de las nenas; senda mas ancha que se hace camino para llegar, otra vez mas, a un valle impresionante que baja hasta Merens.




Eran las 11.30 y ya con hambre... asalto al colmadillo del pueblo y baguettes con saussiçon, paté, jambon...las fotos dan fe.  

La subida al Hospitalet transcurre por la derecha del río, en forma de Gr, primero por pista, sendero y tal, complicándose por momentos y obligándonos a salir a la carretera los 2 últimos Km. del pueblo. Se hizo mas largo de lo que pensábamos (claro, chus lo había hecho de bajada y pues no es lo mismo, es lo que tiene...) 



Para poder llegar a Bellver, que era la idea, decidimos subir el Puymorens por carretera. Pedazo de puerto que se sube a ritmo, ya que no es demasiado empinado, pero sube y sube, elevándote hasta el Col, con unas vistas impresionantes y con tiempo para mirar. 2.040 metros. 
Una vez arriba, buscamos el Gr. que baja hasta Porta. 
Esto ya es suene mas. Hemos dejado la frondosidad francesa y los senderos lisos y con poca piedra, al pedregal por momentos y paisaje algo más seco. (joer, es inevitable la comparación...)






En este punto del viaje, la casualidad hizo que nos cruzáramos con dos bikers que subían por carretera, el forero ilercanovia y su acompañante. Empezaron el camino también el sábado desde Berga, en sentido contrario al nuestro. Contamos incidencias, albergues y demás y nos deseamos buen camino, nos faltó la foto. 




















  

Bajamos hasta Porta y desestimamos la idea de subir la Portella Blanca, otra vez será. Por caminos más o menos señalados por rutas locales bajamos por Carol hasta Puigerdá, y sin darnos cuenta, pasamos a España, a merendarnos unos donuts donde un taxista con una hardrock (lo de taxista lo supimos después) nos reservó en Bellver y nos indicó por donde llegar para evitar la carretera. Cumplidito el hombre.

Llegamos a Bellver sobre las 8.00; bienvenidos a Spain is different, la recepcionista-hija del dueño que pasaba por allí, se sorprendió de que no nos convenciera el pasillo a la intemperie donde pretendía que dejáramos las bicis. La verdad que purgaron el pecado con un desayuno en el que había de todo y en abundancia. Bueno, perdonados. 





Día 4. De Bellver a Saldes.La salida de Bellver es plácida, embadurnados de cremita para el sol, empezamos la subida al coll de Pendís, de 1.764 m.



Por un valle precioso, rodeado de vacas y becerros a los que nuestro trotón particular mostró sus respetos.  












 






















Pasamos por el refugio dels Cortals, con muy buena pinta. Debe ser la ost*a ver atardecer allá arriba y pasar la noche tan cerca del cielo. Otra que otra vez será. En el perfil se veía un pequeño escalón de subida antes de llegar a la bajada del Cadí, no parecía ná...Mortal por necesidad. Rampas empinadísimas con piedra pequeña suelta. Con un par el subir encima de la bici, y andando, insufrible. 

Una vez arriba del Pendís, damos fé de que el tramo de Gr. que baja hasta el refugio de Sant Jordi es inciclable, imposible. Qué miedo tener que subir por allí.
A partir del refugio la cosa mejora y el sendero se alterna con diferentes zonas con piedra, raíces, ramas y demás lindezas, bajando, claro. 
Después de la “emboscada” inesperada, contemplamos la vista de les Penyes altes del Moixeró, impresionante mole de piedra ensartada por el túnel del Cadí.  
La bajada ancha, rápida, peraltada, divertida, aunque bajar sin mirar es un insulto. Aquí pensaba en lo guapo que era el tramo para hacerlo de subida, con sombra y buen firme, aunque larguísimo y de molinillo en muchos tramos, otra por hacer.





Llegamos a Bagá a mediodía; decidimos comer algo ligero para seguir hasta Saldes, faltando unas 3 horillas de pedaleo. Reservamos por teléfono en una casa rural. Al salir del bar, sobre las dos de la tarde, el sol caía en picado, por lo que, ayudados por el ambientillo del bar, con el tour en directo, decidimos pasar la tarde a la sombra.

La tarde a la sombra pegó una patada al avispero, y si hasta ahora el ritmo había sido comedido, sin altibajos, un poquito mas alto para algunos, pero sin recrearse en ello, ¿para qué? sin hachazos, no sémos coleguitas????... 





























No se puede bajar la guardia, y víctima de la sinceridad, alguien confesó que el café con hielo no le había sentado demasiado bien, otro se iba (solo un poquiño) por las patas...entonces, la bestia, azuzada por suaves vapores etílicos, fue dando navajazos, barriobajero; mas de uno se recompuso, pero no pudo ser, tenía que ganar su etapita...ya que la general la tenía complicada. Es lo que ahí, la subida al Coll de Bena y al Coll de Bauma a ritmo de competición...




Al empezar a bajar nos recibe el imponente Pedraforca, con un chaparrón en la zona mas húmeda que nos sube al cielo a pesar de estar bajando. 
Saldes debía estar abajo, pero no, estaba arriba, el jo*io, y nos encontramos con esos tres o cuatro km pestosos, que te encuentras de vez en cuando, mas el km largo hasta llegar a la casa rural, pasando el pueblo, claro, que nos hace arrastrarnos hasta la casa rural. 


Un poco pequeñas las habitaciones, cenamos bien, un poco de tertulia y a dormir, que estamos un poco “apuraillos”






Día 5 y último. De Saldes a Berga.
Reparamos el único incidente técnico de toda la ruta (un tubeless sin aire) por la mañana. Sorprende que con lo que hemos rodado, transportines y bicis hayan aguantado bien. Hemos sabido “conservar la mecánica” je, je.



La verdad que el último tramo del camino también es duro. Conocido por todos en gran parte, sobretodo en la zona de bajada al coincidir con la Gósol-Berga.

Entramos por L´Espa, subiendo muuucho varias colladas, Bonner, Coll d´Aubi y Peguera, esas rampas que siempre he pasado tan malito, no iban a ser menos que otras veces, regalándonos una “fantástica” ración de barro, que nos a pegó al suelo en el último tramo. Nunca había tenido el problema de no poder rodar las ruedas por la cataplasma de barro que te persigue y se queda en las vainas. El único reproche a mi Epic.


Bajada de satisfacción, pasando las zetas sin “golpecillos” en partes nobles ni resbalones sin control, ya que han hecho la senda, no cómo antes, que era un verdadero tobogán...¿qué penica, no???



Secuencia de Jose calas. Ya queda poco para Berga...

Fotos al pantano y bajada a Berga con esa mezcla agridulce de cuando se acaba una gran travesía como ésta, dulce por los colegas, porqué no nos hemos caído (mucho), por el trazado, porqué la hemos acabado, porqué podemos hacerla en sentido contrario ¿¿¿ponemos fecha????...